martes, 8 de enero de 2013

EL MITO DEL FIN DEL MUNDO


El siguiente artículo fue publicado por la revista cultural "Cusco Culto" en el mes de diciembre de 2012 (Cusco Culto Nro.05, Año II, Pags. 24-26).




2012: El mito del fin del mundo

Un panorama apocalíptico de destrucción masiva se anuncia para este fin de año. La televisión y los diarios de cincuenta céntimos son sus portavoces más activos. Se dice que estos fatales acontecimientos ya fueron anunciados, hace muchísimos años, por los mayas, cuando finalice la llamada Cuenta Larga de su calendario,  el 21 de diciembre de 2012. 
Se dice que un alineamiento de planetas con el Sol y el centro de nuestra galaxia,  desequilibrará el ordenamiento del Sistema Solar  con consecuencias devastadoras impredecibles. Que un planeta oscuro llamado Nibiru ha ingresado en el ámbito del Sistema Solar  y estaría en curso de colisión con la Tierra, se dice además que es tan oscuro que sería indetectable por cualquier tecnología actual. También se anuncia una gigantesca erupción solar cuya energía barrerá con la protección natural de nuestro planeta, su campo magnético, y destruirá no solo el sistema de comunicaciones satelitales, sino que hará estallar, por sobrecarga, las centrales eléctricas del mundo dejando al planeta en tinieblas y paralizando todas las actividades productivas.

Y para agravar más las cosas, violentos terremotos y tsunamis a lo largo y ancho del globo terráqueo. En suma, el fin del mundo.

Este es el menú mediático que invade al mundo y en especial  a los sectores sociales más vulnerables  donde la pobreza y la ignorancia campean provocando estados de nerviosismo, psicosis colectiva y zozobra.

Oportuno es preguntar: ¿Cuánto de verdad hay en todo esto?

Trataremos a continuación de explicar, con base científica, las “terribles calamidades” que nos han anunciado y que ya están “ad portas”.

Los alineamientos planetarios que en astronomía se llaman “conjunciones”, ocurren frecuentemente, y cuando  alguna vez llegaron a alinearse, simplemente no sucedió nada. Hemos pasado muchos de esos eventos y aún seguimos aquí, sanos y salvos. El Sol contiene más del  99% de toda la masa del Sistema Solar; por lo tanto, decir que un alineamiento planetario ocasione, por la energía del tirón gravitacional, un desequilibrio en su rotación o su campo electromagnético, sería como creer que una leve brisa del viento eche abajo a Saqsaywaman.  En diciembre de 2012 no habrá ningún alineamiento de importancia; de plano, la Tierra, el Sol, los demás planetas y el centro de la galaxia nunca se alinean perfectamente y lo de este año no constituye ninguna novedad astronómica.  Tal vez sí,  para los desinformados y los ignorantes.

Otro tanto diremos del planeta Nibiru, supuestamente descubierta por los sumerios, hace miles de años. Los agoreros dijeron que impactaría contra la Tierra en mayo de 2003, como eso no ocurrió, prorrogaron la fecha para diciembre del presente año. Nibiru es un engaño del internet, pues no hay ningún estudio científico consistente que lo respalde. Si algún objeto masivo estuviera invadiendo el Sistema Solar ya habría sido detectado con anticipación. No es necesario que sea visible pues sus efectos gravitacionales sobre los planetas serían fácilmente percibidos y calculados. Aquí no hay misterios, solo ignorancia y mala fe.

En cuanto al anuncio de una tormenta solar  que destruiría el sistema de protección magnética del planeta diremos que nunca se sabe cuándo el Sol producirá una erupción que eyecte materia coronal electromagnética de gran magnitud. Nunca antes sucedió eso. Es verdad que el Sol, cada 11 años, cuando cumple su ciclo de actividad como estrella variable, arroja al espacio grandes volúmenes de energía destructiva. Nuestro planeta la neutraliza mediante su campo magnético que actúa como un escudo protector. Sin embargo, cuando algo de esa energía sobrepasa un límite llega hasta nosotros generando problemas de sobrecarga en las centrales eléctricas y en los sistemas electrónicos de los satélites. Repito, nunca ha sucedido algo muy grave y tampoco se prevé que eso  ocurra este año. El máximo de actividad solar será hacia fines del 2013 y eso no debe causar temor. Hasta ahora todo está dentro del ciclo normal y nos hay señales de que esta situación cambie. Por supuesto, no estamos tampoco con los brazos cruzados, hay varios satélites observando el comportamiento del Sol las 24 horas del día,  y a cualquier señal de alarma se tomarán las precauciones del caso para aminorar sus efectos.

Otro tanto podemos decir de los terremotos y tsunamis: Nunca se sabe cuándo ni dónde acontecerán y nadie está en la capacidad de predecirlos. Todos los augurios y profecías de adivinos, pitonisas, psíquicos, espiritistas, etc., que se hacen pasar por “científicos” son solo engaños y charlatanería. Todos los años y todos los días ocurren sismos o terremotos con diferentes grados de intensidad en algún lugar del mundo. Esto sucede permanentemente y 2012 no es una excepción.

¿Y el calendario Maya?

Los mayas fueron la cultura precolombina que mejor desarrolló la medición del tiempo y los calendarios aunque muy relacionados con la superstición y las artes adivinatorias.  Su concepción del tiempo fue cíclica y no lineal, esto significa que tenían el convencimiento de que al término de un ciclo le sucedía otro renovado. Llegaron a idear periodos de tiempo muy largos mayores a los 13 Baktúnes de su Cuenta Larga (5,125 años), tenían el Piktún (20 Baktúnes) y hasta los Kalabtúnes (20 Piktúnes); es decir, periodos de millones a años sin que hay un final de los tiempos.

Además, dentro de su matemática y su astronomía conocieron varios sistemas calendáricos: Además de la Cuenta Larga, la Cuenta Corta, los ciclos sinódicos de Venus, el calendario litúrgico Tzolkin y el más famoso de todos, el Calendario Solar o Civil llamado Haab,  que es el más exacto y supera a nuestro calendario gregoriano. Sin embargo, el más popular y el que más ha trascendido por el sensacionalismo de los medios de comunicación es la Cuenta Larga cuyo final será el 21 de diciembre de 2012.

Hasta hoy no se ha encontrado un glifo, estela o códice maya que diga expresamente que la Cuenta Larga de 13 Baktúnes, que finalizará al término de este año,  traiga consigo la destrucción del planeta ni que sea el “final de los tiempos”.

Aclarados todos los aspectos, viene una reflexión: ¿A  quienes les interesa o conviene difundir esta clase de informaciones? 

Aquí seremos tajantes: Los más interesados son los “traficantes del miedo” que coludidos con el periodismo amarillo e inescrupuloso solo piensan en un ciego enriquecimiento a costa de la credulidad y la buena fe de la gente. Lo misterioso, lo mágico, lo sobrenatural y todas las manifestaciones paranormales atraen tanto a la gente que los convierte en  consumidores compulsivos de esa clase de literatura, lo que generan grandes ganancias para sus autores, además de someterlos y condicionarlos con sus elucubraciones disfrazadas de “ciencia” o de “religión”.

Se han vendido cientos de miles de copias de muchos de libros dedicados al “fin del mundo” en el 2012,  y otros millones de periódicos con noticias sensacionalistas y agoreras. Y es que, como dicen los psicólogos y los sociólogos, la gente necesita el sensacionalismo que infunden los miedos globales porque actúan como terapia desinhibidora de sus problemas personales.

¿Y si sucediera algo el 21 de diciembre? Sería simplemente una fatal coincidencia que no llegaríamos a verla, ni comentarla.
 
Erwin Salazar Garcés, Director Científico del Planetarium Cusco
Fuente: Cusco Culto; www.cuscoculto.com