lunes, 31 de marzo de 2008

UN PUNTO AZUL PALIDO

FOTO: La Tierra vista desde Saturno a más de 1,400'000,000 Km

Hoy he querido hacer un alto en mis comentarios acerca de la Astronomía Inka para REFLEXIONAR junto contigo sobre este "puntito azul pálido" de la foto: Es nuestro planeta, La Tierra, visto desde tan lejos ( a más de mil cuatrocientos millones de kilómetros) La foto fue tomada por la nave Cassini que actualmente orbita a Saturno.
Duele penar que sus propios hijos, los humanos, estemos tratando de destruirla y pareciera no importarle a nadie.
Les alcanzo un fragmento de uno de los tantos libros escritos por el gran Carl Sagan (Si, el mismo que escribió e hizo aquella serie de TV tan notable: "Cosmos"), el gran astrónomo y divulgador científico que nos dejó tempranamente. He aquí lo que escribió Sagan:

Piensen en este puntito azul pálido...

Aquí estamos, esta es nuestra casa.

Somos nosotros.

En este puntito han pasado su vida todas las personas que amamos, todas las personas que conocemos, todos los seres humanos que han existido.

La Tierra es un escenario diminuto en el gran ruedo cósmico.
Piensen en los mares de sangre que tantos generales y emperadores han vertido para conseguir la gloria y el triunfo; y ser los amos temporales de una fracción de este puntito.

Piensen en las crueldades sin límite que han cometido los habitantes de un rincón de este píxel sobre los habitantes de otro rincón.

Con qué frecuencia sus pobladores se equivocan.

Con qué frecuencia se matan unos a otros.

Con qué fervor se odian.


Quizá no haya mejor demostración de la locura de la presunción humana que esta imagen distante de nuestro pequeño mundo.


Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos mejor unos a otros, y de conservar y cuidar este puntito azul pálido…¡el único lugar que conocemos!


Carl Sagan (1934-1996) : “Pale Blue Dot”



lunes, 24 de marzo de 2008

MAMA KILLA (MADRE LUNA)



Después del Sol, en el mitológico ordenamiento cósmico de los Inkas, estaba la Luna. No tenemos información sobre el conocimiento que habrían tenido nuestros antepasados para determinar si supieron que la Luna era un satélite de nuestro planeta. Lo que sí está muy claro es que la vieron como esposa y compañera del Sol; además, creyeron que era la reina de todas las estrellas y que ellas estaban a su servicio. Este segundo nivel en el orden celestial se debía a que la Luna, que no tiene el mismo brillo que el Sol, solo gobernaba la noche.
Mientras que el Sol fue representado con el oro, a la Luna correspondía el segundo metal precioso: La Plata. Esto, en correspondencia con la luz solar y el blanco resplandor de la Luna.
El Qorikancha fue el sacro escenario donde sus imágenes eran veneradas y sus templos los más bellos y ricos del Tawantinsuyu.
Sin embargo, lo más valioso de esta cosmología es que la Luna era la personificación de la Madre Tierra (Pachamama), aquél suelo que nos prodiga sus elementos con los que la agricultura fructifica y por ello la presentación de fases en su movimiento permanente por la esfera celeste sirvió para elaborar un calendario primigenio que sirviera dentro de sus actividades agrarias.
No se concibe en el mundo andino una programación agrícola que no tome como referencia, tanto para la siembra como para la cosecha, las fases lunares. El calendario solar, pese a su precisión, no es determinante a la hora de iniciar una labor agrícola.
Las fases lunares tienen muchos nombres, según como la Luna vaya mostrando una superficie visible más grande. Así, tenemos lo siguiente:
LUNA CRECIENTE : Desde la aparición de Luna en el horizonte occidental hasta los 7 días después de la fase de Luna Nueva, se llaman: K’ata Killa, Musuq Killa y Llullu Killa. Tres nombres para tres momentos específicos del crecimiento de la figura lunar en el firmamento.
CUARTO CRECIENTE: Tiene dos nombres: Chaupi Killa y Killa Wiñariy. En esta etapa se siembra el maíz, la papa y la verdura.
LUNA LLENA: Hay tres nombres para citarlo: Hunt’a Killa, Killa Pura y Paqas Killa. En estos días no se siembra la papa porque dice la tradición que éstas producirán paras pequeñas y sin sabor.
CUARTO MENGUANTE: También tiene tres nombres: Qhasqakuy Killa, Allaq Killa y Wañumariq Killa. Es época propicia tanto para la siembra como para la cosecha.
LUNA NUEVA: Se llama Wañuq Killa o Luna Muerta. Son los días en los que su cercanía (conjunción) con el Sol no permite verla. En estos días nada se siembra pues se cree que toda semilla morirá en el suelo o no desarrollará ningún fruto.
Todo lo visto anteriormente rige hasta la actualidad en el mundo andino (¡felizmente!) y sigue cumpliendo un rol esencial en el agro.
El otro aspecto importante es que la palabra KILLA, además de significar el nombre de la Luna, también es el nombre genérico de MES. En otras palabras, el calendario Inka se basaba inicialmente en los meses lunares ( para uso agrícola) pero dada su imprecisión en el largo plazo fue integrado dentro de un año solar, que resultaba siendo más preciso y exacto. No por ello se abandonó la nomenclatura lunar mensual sino más bien se adoptó un sistema de adecuación y complementación con el año solar de cuyos mecanismos no tenemos una información detallada y completa.
Un dato que merece ser tomado en cuenta es la posición lunar cenital; Según esto, sabemos que sobre el Cusco, en dos fechas del año, la Luna pasa exactamente sobre el cenit: entre el 23-24 de abril y el 18 de agosto. Estas fechas coinciden con dos eventos de suma importancia: La cosecha y la siembra. De donde podemos concluir que no hubo ningún evento que no estuviera relacionado con la posición y el movimiento de los cuerpos celestes. En otras palabras: La inseparable unión con el cosmos fue una de las manifestaciones más valiosas de la cultura Inka.
Con el paso de los años y el conocimiento del calendario solar occidental ya no fue necesario hacer observaciones astronómicas para determinar fechas del calendario y la mecanización que dichas tablas a través del llamado “almanaque” terminó por olvidar muchos elementos que conformaron el calendario Inka.
Sin embargo, todavía el hombre andino hace uso de algunos conocimientos ancestrales para sus labores agrícolas (las fases lunares) porque sabe que ésas nunca fallarán y porque es una valiosa herencia de conocimientos que fueron elaborados a lo largo de milenios por sus antepasados y a los cuales por siempre guardarán un atávico respeto.

En otros artículos hablaremos de los mitos lunares, los eclipses y el calendario.

lunes, 17 de marzo de 2008

EL AÑO NUEVO INKA


¿Cuándo empezaba en año en tiempo de los Inkas?
La información que nos alcanzaron los cronistas acerca de este importante tema es confusa, incompleta y hasta contradictoria. Así, hay quienes nos dicen que el año empezaba en el Solsticio de Verano (día 22 de Diciembre) con el Qhapaq Raymi, otros lo ubican entre los primeros días del mes de agosto y confunden con la iniciación del año agrícola, hay quienes señalan que fue a mediados del mes de mayo y hasta otras versiones mucho más extrañas.
Los más aproximados a la verdad son los que señalan el inicio del año ubicándolo en el solsticio de invierno (21 de junio). Veamos por qué:
Cronistas como Garcilaso de la Vega nos explicaron que la fiesta del Inti Raymi fue la más importante y solemnísima del Tawantinsuyu debido a su contenido religioso y social porque fue el momento de adoración suprema a su dios principal el Sol y también porque significó la concentración de personas y etnias más numerosas que en el año visitaban el Qosqo.
Pero lo más valioso, desde el punto de vista político-administrativo, fue la determinación de una fecha que diera inicio a un nuevo año y con ello la formulación de un calendario necesario para la programación de las actividades agrícolas, pecuarias y religiosas. Para sustentar mi punto de vista haré referencia a dos elementos: El aspecto astronómico que apoya esta posición y el análisis comparativo con otras culturas.
En lo concerniente a la astronomía y su influencia en la sociedad diremos que el Solsticio de Invierno, asociado íntimamente con el Inti Raymi, representaba un momento crítico y culminante del ciclo anual de renovación de la vida. Nuestros antepasados, creyentes en una cosmología sustentada en el amor y profundo respeto por la naturaleza, tenían un especial interés por el solsticio debido a que la posición extrema del Sol y el temor de un alejamiento mayor que pudiera representar un peligro para su supervivencia los hacía sentir intimidados y por respuesta le ofrecieron sacrificios y una festividad muy solemne con la esperanza de que su dios retorne con sus dones de luz y calor.
Esta fecha debió ser, por lógica , el inicio de un nuevo año toda vez que cumple con los requisitos astronómicos que amerita un momento tan importante del calendario. Recordemos que las culturas más grandes de la humanidad, como Egipto y Grecia tuvieron como inicio de sus calendarios un evento astronómico sean estos solsticios o equinoccios.
En el Tawantinsuyu, aún cuando la gente común contaba los años por las cosechas, como nos dice Garcilaso, hubo un grupo privilegiado de sabios y sacerdotes que determinaron con precisión los momentos culminantes del calendario. Estos personajes, junto con el Inka, eran conocedores de los movimientos de los cuerpos celestes, tenían toda la información necesaria para manejar y disponer con absoluta autoridad las actividades agrícolas, pecuarias y rituales de todo su territorio.
La otra razón que fundamenta esta posición es la llamada renovación del fuego sagrado que al igual que muchas culturas del mundo tienen como punto de partida para la iniciación del año en el Solsticio de Invierno. Desde los Celtas hasta los antiguos Romanos, desde las tribus y pueblos de la polinesia hasta las culturas mesoamericanas se ha repetido el uso de fuego renovador para celebrar el año nuevo.
En el hemisferio norte el Solsticio de Invierno ocurre entre el 21 y 22 de diciembre y con ello el encendido de fogatas y rituales de renovación del fuego sagrado (aquél usado en los rituales) práctica que fue muy común en estas fechas. Con el advenimiento de las religiones y los sistemas de creencias nuevos así como el establecimiento de calendarios más precisos esta fecha de inicio del año fue cambiando en occidente hasta establecerse en el 1 de Enero por disposición de la Iglesia Católica. Igualmente la celebración de la Navidad fue instituida en fecha cercana a la antigua ceremonia del fuego. Esta celebración tuvo el mismo carácter simbólico anterior; es decir, la idea de un renacimiento, de una nueva luz o esperanza que se renueva. Una vez más se usó una celebración moderna para superponerla sobre otra más antigua.
Los Inkas también tuvieron aquél ritual de renovación del fuego sagrado y lo incluyeron dentro del Inti Raymi. Garcilaso nos refiere con detalle y dice : “Preparábanse para el Inti Raymi del Sol con ayuno riguroso durante tres días…En todo ese tiempo no encendían fuego en toda la ciudad...” Luego acota en otro lugar: “El fuego para aquel sacrificio debía de ser nuevo, dado de la mano del Sol…Para el cual tomaban un brazalete grande, que llaman chipana, el cual tenía el Sumo Sacerdote; era grande…tenía por medalla un vaso cóncavo, como media naranja, muy bruñido; poníanlo contra el Sol, y a cierto punto, donde los rayos que del vaso salían daban en junto, ponían un poco de algodón muy carmenado…el cual se encendía en breve espacio porque es cosa natural. Con este fuego dado así, de mano del Sol, se quemaba el sacrificio y se asaba toda la carne de aquel día. Y del fuego llevaban al templo del Sol y a la casa de las vírgenes, donde lo conservaban todo el año, y era mal agüero apagárseles…”
Con esta valiosa información podemos afirmar que los Inkas, al igual que muchos pueblos de la antigüedad, también iniciaban el año con una ceremonia similar. Tal es el sentido de aquella ceremonia de renovación.
Finalmente recordemos que nuestro actual calendario, defectuoso y desligado de una razón natural que lo sustente, arrastra una tradición cultural y religiosa acomodada e impuesta que no tiene ningún significado. El 1 de enero no constituye ninguna fecha importante: No es ni equinoccio, ni solsticio, ni perihelio, ni afelio, ni recuerda un natalicio importante, ni un acto significativo de la historia de la humanidad,…nada!

ILUSTRACION: Encendido del Fuego Sagrado (Detalle del Mural del Cusco - Av. El Sol) Obra del gran artista cusqueño Juan Bravo.



miércoles, 12 de marzo de 2008

OSCAR CORVISON : Un polémico investigador


Cuando lo conocí pensé que era un alienígena; de gran talla, casi un gigante, ojos rasgados y muy separados entre sí, y de un color azul claro, amplia sonrisa, cálida voz y una gran seguridad en sus palabras y argumentos. Cubano-norteamericano de origen, decía ser un “humilde ciudadano del mundo” por sus múltiples servicios como voluntario de la ONU en un sinnúmero de países en los sirvió. Ingeniero Civil de profesión, con múltiples masterados y diplomados, con estudios de Astronomía en USA y sobre todo un gran maestro del esoterismo y el espiritualismo.
Fue en los años 70 cuando vino por primera vez al Cusco urgido por un impulso interno que lo presionaba para conocer y estudiar la cosmogonía andina que tanto le fascinaba. No se pudo concretizar su estadía y pronto se fue pero con la promesa de volver. En los 80s retornó con más ímpetu y hasta se puso a trabajar dictando cursos ad-honorem en la Facultad de Ingeniería Civil de la UNSAAC. Al cabo de un par de años fue llamado por el gobierno del Paraguay para desarrollar un gran proyecto de ingeniería sanitaria y por ese motivo tuvo que mudarse a Asunción.
Por fin, en 1992 regresó una vez más con la resolución de quedarse a vivir para siempre en nuestra ciudad. Casi de inmediato inició sus trabajos de cálculo y observación desde el Qorikancha buscando precisiones astronómicas para determinar la orientación de la arquitectura pétrea de los templos y así consolidar la idea de que el templo mayor de los Inkas habría sido diseñado para determinar y celebrar con precisión el solsticio del invierno, día del sagrado Inti Raymi, el 21 de junio.
Sin perder el tiempo buscó reunirse con estudiosos del tema así como con autoridades ediles y de otras instituciones culturales del Cusco para plantearles la necesidad de restablecer la verdadera fecha del Inti Raymi sugiriendo el cambio de su escenificación del día 24 de junio al día 21, fecha real del solsticio. Lastimosamente sus palabras no tuvieron eco en la comunidad cusqueña. Nadie pudo, o no quiso, entender el mensaje de Corvison y una vez más se impuso la apatía intelectual y la conformista tradición de quienes temen el cambio y cualquier enmienda científica.
Sin embargo su empeño y lucha por hacer entender su punto de vista así como la defensa de la llamada Plazoleta de Santo Domingo – Chuquipanpa, en tiempo de los Inkas- frente al atropello de la constructora de un gran hotel que terminaba por eliminar la magnífica visión del panorama oriental de la ciudad por donde justamente se observaba la salida del Sol en el Inti Raymi, lo llevó a enfrentarse con los funcionarios y cómplices del gobierno corrupto de ése entonces. Un militar de alta graduación lo visitó en su domicilio para “aconsejarle” que se fuera del país antes que se viera involucrado en problemas por ser extranjero y por estar “soliviantando” al pueblo cusqueño en contra de la inversión privada.
Indignado, confundido y molesto por la amenaza y sus posibles consecuencias hizo maletas y casi de incógnito abandonó el Cusco con rumbo a La Paz-Bolivia donde tenía una oferta de trabajo. Al despedirse me obsequió una copia de una parte de sus estudios del Qorikancha y me recomendó continuar con la investigación. El borrador de sus investigaciones se los llevó pensando publicarlas después. Nunca pudo hacerlo, desgraciadamente.
En Bolivia fue recibido con entusiasmo y el INC de ése país le encomendó trabajos en Tiahuanaco. Inmediatamente se puso a trabajar y al cabo de varios meses anunció públicamente el hallazgo de una pilastra que se creía perdida del Templo de Kalasasaya y con el que se completaba un calendario tiahuanaquense de 20 meses. La noticia dio la vuelta al mundo y Tiahuanaco se puso, otra vez, en los ojos del mundo científico.
Esto generó una marejada mediática que sacudió los cimientos de la arqueología boliviana y una vez más los que creen ser dueños de la verdad y el conocimiento apuntaron sus baterías contra el audaz extranjero que desafiaba la ciencia oficial con sus atrevidas hipótesis.
Le dieron con todo pero nadie tuvo el valor de reconocer en ese momento el aporte que significaba el estudio de Corvison.
Nueva desilusión y nueva mudanza esta vez a la Argentina.No supe más de él. Tal vez aún viva, tal vez ya se haya ido de este mundo pero algo de aquél gigante quedará entre los que tuvimos la dicha de ser sus amigos: Era un hombre extraordinario y amante (como pocos) de la cultura andina.
Hace poco, un amigo que retornó de Tiahuanaco, me comentó: “Para eso lo molestaron tanto en Bolivia, para que ahora los guías turísticos repitan hasta el cansancio que Oscar Corvison “revolucionó” todo lo que se sabe sobre Tiahuanaco y encima…aumentó el orgullo de los bolivianos”.
UNA ACLARACION OPORTUNA:
He recibido la atenta comunicación de la señorita Cristina Latorre de San Nicolás de los Arroyos, Buenos Aires, Argentina que me comunica la triste noticia del fallecimiento de Oscar Corvison ocurrida todavía hace casi tres años atrás en Puerto Rico, lugar donde había sido llevado para ser cuidado en sus últimos días.
Lamentamos esa irreparable pérdida pues Oscar Corvison no solo se destacó como una brillante ingeniero sino como un gran arqueoastrónomo y sobre todo como un MAESTRO de espiritualidad incomparable.
Gloria a quienes como Oscar Corvison, contribuyeron a luchar por la superación de la humanidad.
GRACIAS, HERMANO OSCAR!!!

domingo, 2 de marzo de 2008

SOL-CENIT y un "error" de Garcilaso



Durante el año el recorrido del Sol por la esfera celeste es variable y eso fácilmente lo podemos verificar mirando las sombras que proyectan los objetos iluminados por el astro rey. El ejemplo más sencillo es la observación de la entrada de luz solar por las ventanas de nuestra casa en diferentes épocas del año. Unas veces tendrá una dirección determinada y en otras esta dirección habrá variado sustancialmente.
Todo se debe a la inclinación del eje terrestre y su rotación alrededor del Sol. Esta inclinación que es de 23º 27’ da lugar a las estaciones. Así, en el Solsticio de Invierno (21 de junio) el Sol sale por el NE (nor-este) y se pone en el NO (nor-oeste); mientras que el en Solsticio de Verano (22 de diciembre) el Sol sale por el SE (sur-este) y se pone por el SO (sur-oeste). En los Equinoccios de Otoño (21 de marzo) y Primavera (23 de setiembre) el Sol sale exactamente por el Este y se pone en el Oeste.
¿Y cuándo está el Sol exactamente en el cenit?
Se llama SOL-CENIT al momento en que el Sol pasa al medio día exactamente por el meridiano de un lugar en su punto más alto (cenit). Esto significa que solamente en dos fechas del año el Sol pasa exactamente sobre “nuestra cabeza” y son los únicos días en que los objetos no hacen sombra en el suelo.
Estas fechas tampoco se repiten cada año con exactitud por razones de la inclinación de la órbita terrestre, entre otras. Así, en el caso del Cusco, la gran capital del Tawantinsuyu, el sol-cenit ocurre en dos ocasiones: Entre el 11 y el 13 de Febrero y entre el 29 y 30 de Octubre de cada año. Esto de debe a que nuestra ciudad se ubica en la Latitud Sur 13º 30’ y por lo tanto, al no estar sobre la línea ecuatorial, no coincide el sol-cenit con el equinoccio.
Cuando se habla de observatorios inkas (ushñus, suqanqas, saywas, intiwatanas, etc.) y los procedimientos observacionales que desarrollaron nuestros antepasados hay que remarcar que ellos lo hicieron principalmente por razones calendáricas. Con las posiciones exactas de salidas y puestas de Sol en determinadas fechas del año (solsticios y equinoccios) y la observación del sol-cenit que era el momento en que el Sol “tomaba asiento a plenitud”, pudieron elaborar un calendario tan eficiente que sirvió para el desarrollo de un trabajo agrario y pecuario exitoso.
Sin embargo, para quienes hemos tomado este estudio de modo responsable y comprometido nos quedan dudas acerca de lo escribieron los cronistas españoles e indios. Ambos acusan serias deficiencias de información respecto de lugares y eventos que tenían que ver con la astronomía. Ningún cronista era versado en astronomía (ciencia peligrosa y subversiva para la iglesia de ésa época) y por ello sus informaciones son confusas, incompletas y hasta erradas. Un ejemplo de ello nos lo da el propio Garcilaso de la Vega cuando al explicar acerca de los procedimientos de observación astronómica del equinoccio( Cap.XXII del Libro II) nos dice: “…Para verificar el equinoccio tenían columnas de piedra riquísimamente labradas, puestas en los patios o plazas que había ante los templos del Sol. Los sacerdotes, cuando sentían que el equinoccio estaba cerca, tenían cuidado de mirar cada día la sombra que la columna hacía. Tenían las columnas puestas en el centro de un cerco redondo muy grande, que tomaba todo el ancho de la plaza o del patio. Por medio del cerco echaban por hilo, de oriente a poniente, una raya, que por larga experiencia sabían dónde habían de poner el un punto y el otro. Por la sombra que la columna hacía sobre la raya veían que el equinoccio se iba acercando; y cuando la sombra tomaba la raya de medio a medio, desde que salía el Sol hasta que se ponía, y que a medio día bañaba la luz del Sol toda la columna en derredor, sin hacer sombra a parte alguna, decían que aquél día era el equinoccial.” (el subrayado es nuestro).
Analizando el texto podremos darnos cuenta que Garcilaso confunde, por su falta de conocimiento, lo que ocurre en la línea ecuatorial con lo que ocurre en Cusco: En los equinoccios (otoño y primavera), en Cusco, al medio día, el Sol NO ESTA EN EL CENIT sino algo corrido hacia el norte. Esto de debe – lo reitero- a que Cusco no está en el ecuador terrestre sino a 13º 30’ al Sur de ella.
Por tanto, en esas fechas la sombra que proyecta un gnomon o cualquier objeto tiene un inclinación de 13º 30’ ; es decir, una pequeña sombra hacia el Sur del objeto observado.
Como ya hemos explicado antes, los únicos días (promedio) en que un gnomon no hace sombra en el Cusco son el 13 de febrero y el 30 de octubre. Además, la línea que sigue la sombra en el día del sol-cenit no es recta (como en los equinoccios) sino más bien una curva amplia (ver gráfico y su explicación al final del artículo).
Garcilaso probablemente no se dio cuenta del detalle y tampoco supo informar sobre la verdadera importancia del sol-cenit porque los actos de adoración, fiesta y regocijo popular de los Inkas era precisamente porque en esos días “bajaba” el Sol a “sentarse” con toda su luz, de lleno en lleno, sobre aquellas columnas. Un gran acontecimiento, sin duda.
La importancia astronómica del SOL-CENIT para los Inkas fue que el ritual del asiento del Sol ponía en evidencia el advenimiento del equinoccio - el día que la sombra dibuja una línea recta, de punta a punta, de este a oeste – y con ella el cumplimiento de los días claves para verificar el calendario agrícola, además de cumplir el sagrado ritual a un dios tan importante como lo fue el Sol.
Además de ello, el sol-cenit servía para establecer otros cálculos más complicados y profundos como determinar el anti-cenit del Sol, cómputo con el que se programaba el recojo de la cosecha o el inicio de la siembra. De esto se hablará después.
Para sustentar y verificar lo que sostengo, este año, 2008, una vez más puse mis instrumentos de medición en el patio de mi casa y comprobé que el 11 de Febrero, el Sol no hacia ninguna sombra en el Cusco a diferencia de años pasados en los que el sol-cenit ocurrió entre el 12 y 13 de Febrero. Por supuesto, seguiremos observando y comprobando.

EXPLICACION DEL GRAFICO
Este gráfico señala la dirección y extensión de las sombras que proyecta un gnomon ubicado en el Cusco en los siguientes días:
1. Solsticio de Invierno: 21 de Junio (Inti Raymi) Sombras desde 8 a.m. hasta las 4 p.m. (Todas las sombras están hacia el Sur).Al medio día, en Cusco, el ángulo de la sombra es de 37º Aprox.
2. Equinoccios de Otoño (21 de Marzo) y Primavera (23 de Setiembre) Sombras desde las 8 a.m. hasta las 4 p.m. (Todas las sombras están hacia el Sur) Al medio día, en Cusco, la sombra es de 13º 30’ Sur. Esos días la sombra del gnomon describen una línea recta de este a oeste durante toda la jornada.
3. Solsticio de Verano: 22 de Diciembre (Khapaq Raymi) Todas las sombras están al Norte. Al medio día, en Cusco, la sombra está a 10º N. Aprox.
Color Rojo : Gnomon
Color Azul : Solsticio de Invierno
Color Naranja: Solsticio de Verano
Líneas gruesas negras. Sombras del gnomon
Línea Oeste-Este : Equinoccio