miércoles, 30 de enero de 2013

DISPARATES Y NECEDADES (2da. Parte)


DISPARATES Y NECEDADES (2da.Parte)

En la primera parte respondimos algunas preguntas de nuestros lectores y participantes de cursos y conferencias. Aquí  tenemos más.
4. ¿Tenían los Inkas conocimiento de la “redondez” de la Tierra?
R. El argumento en que se basa esta creencia es la existencia de la palabra quechua “Tiqsimuyu” con la que se nombra genéricamente a la Tierra como planeta o mundo. Analizando la palabra tenemos que: “Tiqsi” se traduce como mundo, orbe, universo, fundamento, base, primigenio, etc. (el idioma quechua tiene una increíble cantidad de sinónimos), y “Muyu”: redondo, circular, curva, vuelta, etc. Entonces Tiqsimuyu se podría traducir como  “redondez del mundo”, pero esa “redondez” no se refiere a una forma esférica sino a una circunferencia o círculo aparente que se percibe al observar el horizonte, en toda dirección, desde un punto elevado; es decir, la percepción de que parece redondo o circular. Desde una montaña elevada no se percibe la “curvatura” de la Tierra y pareciera que el horizonte  es plano por todos los lados y, sin embargo, nos parecería como un círculo a nuestro derredor con nosotros en el centro.
Esta visión de “centro” es común y la experimentaron todos los pueblos, sin excepción. Pero la visión “geocéntrica” con la Tierra como el centro del Universo no la tuvieron todas las  culturas antiguas, solo ocurrió en Grecia donde  los llamados  “grandes sabios” (Eratóstenes, Aristarco de Samos, Platón, Aristóteles, etc.) fueron quienes  intuyeron la forma esférica de nuestro planeta por asociación de ideas y por comparación  con el Sol y la Luna, además de observar la proyección de la sombra de la Tierra en la Luna durante el desarrollo de un eclipse lunar.
Recordemos que la idea de que las capitales de las culturas antiguas fueran el centro u ombligo (caso de Roma, Cusco, Pekín o Beiging, etc.) del mundo fue muy común, pues todos creyeron ser el “Axis Mundi” (eje del mundo) alrededor del  cual se extendía el mundo conocido. Todas esas ciudades  constituyeron  el centro de su geografía que los circundaba.
Retomando la pregunta diremos que no poseemos pruebas concluyentes de que tales conocimientos hayan sido desarrollados o conocidos por nuestros Inkas. De haber sido así tendríamos evidencias en los escritos de los llamados “cronistas indios” o en la tradición oral andina en forma de mitos o leyendas y eso,  hasta ahora, no ha sido encontrado.
5. ¿Sabían los Inkas que la órbita de la Tierra era elíptica? ¿ Y que lo descubrieron antes que Kepler?
R. La persona que nos alcanzó esta pregunta aseguró haber escuchado esta afirmación en una conferencia pública acerca de la astronomía de nuestros ancestros. 
La explicación  brindada líneas arriba nos da una respuesta parcial a la pregunta pero más adelante alcanzaremos más información complementaria; sin embargo,  decir que nuestros Inkas conocían que la órbita terrestre es elíptica nos parece un exceso de imaginación y entusiasmo. A continuación analizaremos algunas razones que expliquen la negativa de nuestra respuesta.
La humanidad, para alcanzar este conocimiento que llevó a descubrir la forma elíptica de la órbita terrestre, recorrió un largo camino de estudio, conocimientos matemáticos profundos, así como observaciones muy precisas y complejas de los movimientos de los cuerpos celestiales y de la Tierra. De no haber existido la matemática y la geometría de los griegos, el álgebra de los árabes, así como mediciones exactas hechas por los observadores del cielo, antes que Tycho Brahe,  que llevó las observaciones a un nivel superior, además de la base astronómica que planteó Copérnico, hubiera sido imposible que un genio como Kepler lograra algo.
Kepler (1571-1630), genio matemático, tuvo que abandonar, muy a su pesar,  la idea de que las formas “sagradas” como el círculo y los poliedros geométricos proclamados por la filosofía y religión medieval, no fueran útiles para aplicarlas a la forma de las órbitas en que se movían los planetas alrededor del Sol. Adoptar la forma de una elipse fue una de sus decisiones más  difíciles de aceptar en aquella época. Si los planetas y el Sol eran la obra de Dios debían ser perfectas en sus formas y movimientos, por lo tanto los planetas y el Sol debían ser círculos perfectos y lo mismo se pensaba para sus órbitas. Por supuesto, la Tierra además tenía que estar al centro del Universo puesto que aquí había enviado a su hijo Jesucristo y era el lugar donde se había creado al hombre.  Nada de eso coincidía con las observaciones y mediciones: el Sol tenía manchas que lo hacían imperfecto y al parecer los planetas no describían órbitas circulares; así,  la “imperfecta” elipse fue la solución para descubrir una verdad incontrovertible.
Determinar la forma y medidas de la órbita terrestre solo pudo hacerlo un genio como Kepler  y para ello fue necesario aplicar fórmulas matemáticas  y operaciones complejas para calcular la velocidad orbital y las masas de los planetas, perihelios y afelios, etc. Todo un camino de genialidad e intenso trabajo intelectual.
Si nuestros Inkas hubieran conocido la esfericidad de la Tierra así como su órbita elíptica (antes que Klepler) deberían estar registradas de algún modo y en algún lugar. Si los khipus eran aquellos sistemas que servían  para registrar los cálculos y fórmulas matemáticas que demuestren ello, no lo sabemos. Se sabe que los khipus registraban estadísticas detalladas de aspectos contables (cantidades de cosas y cuentas de ingresos y egresos de alimentos en las qollqas, etc. ) y además mensajes mnemotécnicos con khipus hechos con hilos de colores, contando  la historia de sus gobernantes y sus pueblos. Lo que no sabemos con certeza es si  contenían fórmulas matemáticas o mediciones del tiempo, mediciones espaciales, etc. aplicadas o usadas  para hacer cálculos astronómicos. Tampoco se ha hallado grabados, dibujos o escrituras hechas en piedra u otros materiales que nos muestren estos  aspectos tratados.
Una reflexión final: Invoco a todos los investigadores, estudiosos y divulgadores de la cultura andina no caer en el “ridículo” mostrando una imagen equivocada, distorsionada y  exagerada de nuestra cultura ancestral que no corresponde a la realidad ni a su historia.
No fuimos un pueblo ignorante o atrasado,  ni tampoco un pueblo avanzadísimo que superaba a sus similares del mundo; simplemente fuimos un pueblo con grandes potencialidades, gran organización y maravillosamente hermanado por sus principios morales y éticos. Al mismo tiempo, también tuvimos defectos y carencias propias de cualquier civilización. Cualquier “esnobismo” moderno que pretenda comparar épocas y culturas siempre estará fuera de foco y de lugar.
Esperamos, en el futuro, no leer ni escuchar a investigadores o conferencistas “despistados” que digan que los Inkas  ya conocían la materia y la energía oscura, o la existencia de exoplanetas orbitando  estrellas lejanas, o que conocían la existencia de un agujero negro al centro de nuestra galaxia solo porque algunos signos escalonados tienen un agujero en el centro.
¡Estemos alertas!

 

 

martes, 22 de enero de 2013

"LLAMA KANCHA": ¿Otra Constelación Inka?

 
 
“LLAMA KANCHA”: ¿Otra Constelación Inka?
Q’eros es una comunidad indígena de raíces ancestrales que se ubica en la provincia de Paucartambo , Cusco. Se dice que es uno de los últimos pueblos andinos que aún conserva  las costumbres inkaicas debido a su localización remota y su aislamiento por cientos de años. El desplazamiento de los antiguos ayllus inkaicos ocurrido a causa de la repartición de tierras y gentes por parte de los invasores hispanos luego de la caída del imperio, hizo que algunos de ellos buscaran refugio en lugares apartados,  inhóspitos y de difícil acceso, por ello los Q’eros habitan  en tierras que se hallan por encima de los cuatro mil metros de altura, sin caminos carrozables,  y a mucha distancia de los  poblados  más cercanos.
Estas características únicas la hicieron famosa constituyendo en la actualidad un verdadero laboratorio de estudio para antropólogos, sociólogos y otros estudiosos de las Ciencias Sociales.
Hace poco visitaron a los Q’eros el astrónomo norteamericano John Stocke y su esposa Debra con la finalidad de filmar un documental sobre el uso de plantas medicinales de altura (especialidad de Debra), así como para hacer indagaciones de astronomía cultural (John).
Durante una entrevista con John Stocke compartió conmigo algo de sus interesantes investigaciones acerca del mundo estelar de los Q’eros, en especial, sus observaciones del cielo. Una de ellas se refiere al conocimiento de las constelaciones que se conocían desde la época inkaica y que se conservó en esa lejana comunidad. Luego de identificar a la llama negra, a su cría, al zorro, y otras constelaciones oscuras, dijeron conocer también la constelación de “Llama Kancha” (Kancha= Cercado, patio, recinto amurallado, corral, etc.) que, en versión de los Q’eros, se trata de los corrales de las llamas y alpacas que estaban representadas en el cielo en forma de una agrupación de estrellas,  semejando corrales  o espacios cercados,  para la protección de los auquénidos durante las noches.
En el área del cielo en que otros pueblos andinos  identifican al hamp’atu o sapo, los Q’eros no ven ningún sapo debido a que en su zona geográfica no existen sapos por causa de la altura (el sapo no vive en regiones a más de 4,000m de altura) y, por lo tanto, esa zona oscura era considerada más bien como una “kancha” rodeado de estrellas brillantes que forman la figura del cerco del corral. También mostraron los Q’eros  a John Stocke  otros corrales o kanchas formadas por estrellas  menos luminosas  en el área austral cercana a la Cruz del Sur. Entre las constelaciones  occidentales de la Mosca, la Quilla o Carina, el Camaleón y el Pez Volador o Volans.
Según parece, los antiguos pueblos andinos, según su ubicación geográfica y factores climáticos propios de su piso ecológico, ubicaron en el cielo constelaciones que se acomodaban mejor a su esquema ideológico-religioso, así como a sus necesidades calendáricas, o relacionadas a la programación  de las épocas de siembra y de cosecha, apareamiento de sus animales, rituales a sus divinidades, etc. Estas características fueron extensamente  explicadas en artículos anteriores de este blog.
Un detalle final que debo comentar es que los Q’eros explicaron a Stocke que el brillo de las estrellas  de “Llama Kancha” eran “señales” que les advertían sobre la salud de los auquénidos. Obre este interesante tópico  trataremos con más detalle en un futuro artículo.
Por ahora tenemos la satisfacción y alegría, gracias al astrónomo  John Stocke, de anunciar este nuevo descubrimiento que enriquece y amplía el conocimiento astronómico de nuestros ancestros y que vamos recuperando poco a poco lo que creíamos que ya se había perdido a causa del tiempo transcurrido y las influencias de la modernidad occidental.
 


viernes, 11 de enero de 2013

ÑAUPA IGLESIA: Una wak'a astronómica


 

ÑAUPA IGLESIA: Una wak'a astronómica
 
“Ñaupa Iglesia” (Iglesia antigua), es el nombre moderno y apócrifo con el que se conoce esta hermosa y enigmática wak’a (adoratorio, templo) que se sitúa cerca del poblado de Pachar, distrito de Ollantaytambo, a unos 60 Km del Cusco. Su nombre verdadero se desconoce y, según la arqueóloga Nicolasa Arredondo, del Ministerio de Cultura (antes INC) que estudió e hizo trabajos de puesta en valor  del lugar, le llama “Choqella”, de acuerdo a la información obtenida entre los pobladores de la zona. También hay otros estudiosos que lo han identificado como “Choqe Illa” que significaría “Talismán de oro” y “Choqe Killa” (Luna de oro).

Esta wak’a está enclavada en una pronunciada ladera, a la izquierda de un riachuelo que discurre por una estrecha quebrada que va de sur a norte. Para llegar al lugar hay que caminar algo más de 2 Km desde Pachar, en dirección sur,  siguiendo una carretera  que va paralela a la vía férrea que une Cusco y Machupikchu,  y luego subir un trecho empinado que nos conducirá a la wak’a.

La wak’a que nos ocupa, es una gruta o concavidad natural formada por enormes rocas que a manera de un techo a dos aguas, delimita a la parte donde está una especie de “altar” de piedra, una hornacina o nicho tallado en una pared interior de roca y un muro de adobes con hornacinas; todo esto, protegido por el elevado techo de roca. Allí, en medio de ese espacio está la gran roca de granito esculpido con grandes símbolos escalonados y unas cámaras o espacios abiertos por delante  y por arriba que semejan pequeños cubículos horadados en la roca que tal vez habrían servido  para que los sacerdotes ocupen el lugar, de pie, para hacer sus ritos o quizá para depositar sus ofrendas u otros  elementos de la parafernalia ceremonial. Tales cámaras abiertas tienen diferentes dimensiones y  profundidades,  y sus ejes apuntan a tres diferentes direcciones mirando al horizonte. Por su belleza y calidad de las talladuras es única en la región y por su importancia arqueoastronómica, simplemente extraordinaria. Lastimosamente parte de este "altar" de piedra se halla destruido por la acción de los "extirpadores de idolatrías" que a golpe de martillo rompieron la parte superior del hermoso tallado. Una prueba más de la brutal intervención de los invasores.

Nuestro interés arqueoastronómico está centrado en el “altar” pétreo cuyos ejes proyectados hacia el horizonte, donde se observan los cerros elevados que dan forma a la estrecha quebrada, en determinadas épocas del año y haciendo observaciones nocturnas, señalaban en el cielo, por encima del borde de los cerros, posiciones de estrellas y constelaciones conocidas por los Inkas. Tales alineamientos estelares eran muy precisos en los inicios del siglo XVI, cuando el estado Inka alcanzaba su mayor esplendor y grandeza. Hoy en día se han desplazado un poco y asimismo no concuerdan con  nuestras fechas calendáricas debido al movimiento de precesión de los equinoccios; sin embargo, es comprobable todavía por aproximación.

El eje de la cámara Nro. 1 (ver foto), tiene un acimut de 149° y apuntaba (año 1500 d.C.) a la salida de la Cruz del Sur (por encima del cerro) el día 26 de abril a las 18:15 Hs., anochecer del día del Sol Nadir y anuncio del inicio de la cosecha grande que ocurre en el mes de mayo.

La cámara central, con el número 2, tiene un acimut de 137° y apuntaba (año 1500 d.C.) al grupo de estrellas que forman la cola de la constelación occidental del Escorpión; para los Inkas, el Amaru. El eje de la cámara apuntaba exactamente a la estrella Sargas (Estrella theta, del Escorpión). Esto ocurría el 21 de junio a las 18:30 Hs., día del inicio del Inti Raymi.

Esta misma cámara recibe, al medio día del 30 de octubre (día del Sol Cenit), la luz del Sol que cae en forma cenital, justamente en el momento del paso del Sol por el meridiano del lugar, a las 11:30 Hs. Un pico  que sobresale por encima del techo de roca y que parece haber sido la cabeza esculpida de un ave, apunta exactamente por encima de esta cámara central y habría coincidido con alguna ceremonia ritual en este día tan importante y que tendría especial relación con los difuntos. Recordemos que en la época inkaica esta fecha pertenecía al mes del “Aya Marq’ay” (mes de la procesión de los muertos) y modernamente  cercano al  día de los difuntos, el 2 de noviembre (calendario religioso occidental).

La cámara número 3, apunta con un acimut de 102°-103° a la salida de la estrella Sirio (Alfa  del Can Mayor)  o Willkawara, para los Inkas (año 1500 d.C.). Esto ocurría alrededor del 18 de agosto (en nuestro calendario occidental), a las 04:00 Hs., día del inicio ritual de la siembra. El mismo alineamiento era visible el 23 de diciembre a las 19:15 Hs., en el día del Qhapaq Raymi.

Luego de estos descubrimientos, podremos sacar algunas conclusiones que nos aproximen a su probable uso en época de nuestros Inkas.

Sin duda, creemos que  “Ñaupa Iglesia” fue una wak’a  muy especial, porque además de ser un lugar de culto a los mallquis (momias) de sus ancestros (lo demuestra la gran hornacina o nicho de la pared pétrea), tuvo que ser  lugar de grandes anuncios de eventos astronómicos asociados al cumplimiento de rituales en fechas específicas del calendario agrícola, los alineamientos así lo demuestran.

Todo esto es posible porque el lugar, reitero, es asombrosamente enigmático y el ambiente donde se ubica trasmite una extraña sensación de misterio y profunda espiritualidad. Por algo habría sido comparado en tiempos más modernos con una “iglesia” y eso, no fue una simple coincidencia.

martes, 8 de enero de 2013

EL MITO DEL FIN DEL MUNDO


El siguiente artículo fue publicado por la revista cultural "Cusco Culto" en el mes de diciembre de 2012 (Cusco Culto Nro.05, Año II, Pags. 24-26).




2012: El mito del fin del mundo

Un panorama apocalíptico de destrucción masiva se anuncia para este fin de año. La televisión y los diarios de cincuenta céntimos son sus portavoces más activos. Se dice que estos fatales acontecimientos ya fueron anunciados, hace muchísimos años, por los mayas, cuando finalice la llamada Cuenta Larga de su calendario,  el 21 de diciembre de 2012. 
Se dice que un alineamiento de planetas con el Sol y el centro de nuestra galaxia,  desequilibrará el ordenamiento del Sistema Solar  con consecuencias devastadoras impredecibles. Que un planeta oscuro llamado Nibiru ha ingresado en el ámbito del Sistema Solar  y estaría en curso de colisión con la Tierra, se dice además que es tan oscuro que sería indetectable por cualquier tecnología actual. También se anuncia una gigantesca erupción solar cuya energía barrerá con la protección natural de nuestro planeta, su campo magnético, y destruirá no solo el sistema de comunicaciones satelitales, sino que hará estallar, por sobrecarga, las centrales eléctricas del mundo dejando al planeta en tinieblas y paralizando todas las actividades productivas.

Y para agravar más las cosas, violentos terremotos y tsunamis a lo largo y ancho del globo terráqueo. En suma, el fin del mundo.

Este es el menú mediático que invade al mundo y en especial  a los sectores sociales más vulnerables  donde la pobreza y la ignorancia campean provocando estados de nerviosismo, psicosis colectiva y zozobra.

Oportuno es preguntar: ¿Cuánto de verdad hay en todo esto?

Trataremos a continuación de explicar, con base científica, las “terribles calamidades” que nos han anunciado y que ya están “ad portas”.

Los alineamientos planetarios que en astronomía se llaman “conjunciones”, ocurren frecuentemente, y cuando  alguna vez llegaron a alinearse, simplemente no sucedió nada. Hemos pasado muchos de esos eventos y aún seguimos aquí, sanos y salvos. El Sol contiene más del  99% de toda la masa del Sistema Solar; por lo tanto, decir que un alineamiento planetario ocasione, por la energía del tirón gravitacional, un desequilibrio en su rotación o su campo electromagnético, sería como creer que una leve brisa del viento eche abajo a Saqsaywaman.  En diciembre de 2012 no habrá ningún alineamiento de importancia; de plano, la Tierra, el Sol, los demás planetas y el centro de la galaxia nunca se alinean perfectamente y lo de este año no constituye ninguna novedad astronómica.  Tal vez sí,  para los desinformados y los ignorantes.

Otro tanto diremos del planeta Nibiru, supuestamente descubierta por los sumerios, hace miles de años. Los agoreros dijeron que impactaría contra la Tierra en mayo de 2003, como eso no ocurrió, prorrogaron la fecha para diciembre del presente año. Nibiru es un engaño del internet, pues no hay ningún estudio científico consistente que lo respalde. Si algún objeto masivo estuviera invadiendo el Sistema Solar ya habría sido detectado con anticipación. No es necesario que sea visible pues sus efectos gravitacionales sobre los planetas serían fácilmente percibidos y calculados. Aquí no hay misterios, solo ignorancia y mala fe.

En cuanto al anuncio de una tormenta solar  que destruiría el sistema de protección magnética del planeta diremos que nunca se sabe cuándo el Sol producirá una erupción que eyecte materia coronal electromagnética de gran magnitud. Nunca antes sucedió eso. Es verdad que el Sol, cada 11 años, cuando cumple su ciclo de actividad como estrella variable, arroja al espacio grandes volúmenes de energía destructiva. Nuestro planeta la neutraliza mediante su campo magnético que actúa como un escudo protector. Sin embargo, cuando algo de esa energía sobrepasa un límite llega hasta nosotros generando problemas de sobrecarga en las centrales eléctricas y en los sistemas electrónicos de los satélites. Repito, nunca ha sucedido algo muy grave y tampoco se prevé que eso  ocurra este año. El máximo de actividad solar será hacia fines del 2013 y eso no debe causar temor. Hasta ahora todo está dentro del ciclo normal y nos hay señales de que esta situación cambie. Por supuesto, no estamos tampoco con los brazos cruzados, hay varios satélites observando el comportamiento del Sol las 24 horas del día,  y a cualquier señal de alarma se tomarán las precauciones del caso para aminorar sus efectos.

Otro tanto podemos decir de los terremotos y tsunamis: Nunca se sabe cuándo ni dónde acontecerán y nadie está en la capacidad de predecirlos. Todos los augurios y profecías de adivinos, pitonisas, psíquicos, espiritistas, etc., que se hacen pasar por “científicos” son solo engaños y charlatanería. Todos los años y todos los días ocurren sismos o terremotos con diferentes grados de intensidad en algún lugar del mundo. Esto sucede permanentemente y 2012 no es una excepción.

¿Y el calendario Maya?

Los mayas fueron la cultura precolombina que mejor desarrolló la medición del tiempo y los calendarios aunque muy relacionados con la superstición y las artes adivinatorias.  Su concepción del tiempo fue cíclica y no lineal, esto significa que tenían el convencimiento de que al término de un ciclo le sucedía otro renovado. Llegaron a idear periodos de tiempo muy largos mayores a los 13 Baktúnes de su Cuenta Larga (5,125 años), tenían el Piktún (20 Baktúnes) y hasta los Kalabtúnes (20 Piktúnes); es decir, periodos de millones a años sin que hay un final de los tiempos.

Además, dentro de su matemática y su astronomía conocieron varios sistemas calendáricos: Además de la Cuenta Larga, la Cuenta Corta, los ciclos sinódicos de Venus, el calendario litúrgico Tzolkin y el más famoso de todos, el Calendario Solar o Civil llamado Haab,  que es el más exacto y supera a nuestro calendario gregoriano. Sin embargo, el más popular y el que más ha trascendido por el sensacionalismo de los medios de comunicación es la Cuenta Larga cuyo final será el 21 de diciembre de 2012.

Hasta hoy no se ha encontrado un glifo, estela o códice maya que diga expresamente que la Cuenta Larga de 13 Baktúnes, que finalizará al término de este año,  traiga consigo la destrucción del planeta ni que sea el “final de los tiempos”.

Aclarados todos los aspectos, viene una reflexión: ¿A  quienes les interesa o conviene difundir esta clase de informaciones? 

Aquí seremos tajantes: Los más interesados son los “traficantes del miedo” que coludidos con el periodismo amarillo e inescrupuloso solo piensan en un ciego enriquecimiento a costa de la credulidad y la buena fe de la gente. Lo misterioso, lo mágico, lo sobrenatural y todas las manifestaciones paranormales atraen tanto a la gente que los convierte en  consumidores compulsivos de esa clase de literatura, lo que generan grandes ganancias para sus autores, además de someterlos y condicionarlos con sus elucubraciones disfrazadas de “ciencia” o de “religión”.

Se han vendido cientos de miles de copias de muchos de libros dedicados al “fin del mundo” en el 2012,  y otros millones de periódicos con noticias sensacionalistas y agoreras. Y es que, como dicen los psicólogos y los sociólogos, la gente necesita el sensacionalismo que infunden los miedos globales porque actúan como terapia desinhibidora de sus problemas personales.

¿Y si sucediera algo el 21 de diciembre? Sería simplemente una fatal coincidencia que no llegaríamos a verla, ni comentarla.
 
Erwin Salazar Garcés, Director Científico del Planetarium Cusco
Fuente: Cusco Culto; www.cuscoculto.com