jueves, 10 de mayo de 2012

LA GRUTA DE KILLARUMIYUQ

 
Al oeste del Cusco, a unos 70 km yendo por la ruta que va hacia Abancay, en el distrito de Ankawasi, provincia de Anta, se halla Killarumiyuq, un antiguo asentamiento del Chinchaysuyu. El lugar queda a la derecha del camino, en una comunidad llamada San Martin y pasando el pueblo de Ankawasi (el nido del águila). Es una ladera suave junto a una encañada pequeña que alberga un riachuelo de cristalinas aguas. Consta de terrazas agrícolas, rocas enormes con muestras de talladuras desperdigadas a lo largo de la encañada, un ushno, restos de edificaciones, cuevas y grutas y constituye un gran mirador de la Pampa de Anta.

El lugar es famoso por una enigmática talladura lítica que se encuentra en el flanco de una enorme roca, en la parte baja del lugar, y que representaría, según algunos investigadores, a la Luna. Sobre el particular escribiremos un informe en un futuro cercano.

Lo que en esta oportunidad nos ocupa es una gran cueva, gruta o “mach’ay” que se ubica en la parte más alta del complejo arqueológico. Allí, se ubica una enorme roca agrietada por el prolongado azote de los vientos, el quemante sol y la lluvia durante siglos. En la base de la roca y aprovechando su posición ha sido excavada una enorme gruta que semeja al llamado “Templo de la Luna” de Machupicchu pero es más pequeña y con menos artificio.

El “mach’ay” mide aproximadamente unos 7-8 m de largo por unos 3-4 m de ancho. Parece una habitación larga con un techo inclinado que se proyecta como una boca abierta hacia el occidente. El fondo de la gruta ha sido revestido por un muro pétreo de excelente factura en toda su longitud alcanzando casi dos metros de altura. En el centro del muro hay un gran nicho u hornacina que fácilmente pudo albergar a una momia o “mallki” de algún personaje importante del lugar.

Su eje longitudinal va de Norte a Sur y la boca de la gruta está abierta hacia el Oeste. En este borde se puede apreciar dos enormes rocas que tal vea hayan servido como mesas ceremoniales.

Desde la perspectiva de nuestro blog, que busca estudiar las relaciones astronómicas de los lugares ancestrales de nuestra cultura, les alcanzamos nuestras primeras conclusiones:

- Su orientación Norte - Sur privilegia, en su eje transversal, un especial alineamiento con el ocaso del Sol en los Equinoccios. En efecto, el nicho u hornacina tiene su eje dirigido con exactitud al punto cardinal del Oeste, a 270 grados de acimut.

- El mismo nicho u hornacina también alcanza a apuntar, con mucha comodidad, al ocaso del Sol en el Solsticio de Verano (Diciembre), a 248 grados de acimut. Dada la amplitud de la boca de la gruta es posible observar un vasto horizonte hacia el occidente.

- Se sabe, por los estudios realizados en otros lugares, que las grutas similares a la de Killarumiyuq, contenían probablemente una momia o “mallki” de algún personaje importante o fundador del ayllu, o tal vez un ídolo local que debía ser adorado en el punto más alto del lugar.

- Su orientación equinoccial o solsticial nos da una pista para conocer el carácter sacro de la relación de su momia o ídolo con la deidad Solar, y tal vez otros alineamientos complementarios con la Luna o con constelaciones andinas le hayan dado otros matices de relación. En suma, un contacto cósmico con el Hanaq Pacha.

El fascinante lugar que nos ocupa llenó nuestras expectativas y aunque no conocemos su verdadero propósito para el que fue construido podemos aventurar de que la posibilidad que hemos explicado líneas no está muy alejado de la verdad. Futuros estudios arrojarán más luces para una explicación más integral y tal vez se nos dé la razón.

Fotos: Siwar Salazar M.