WILLKAWARA: La Estrella Sagrada o
SIRIO en el mundo andino
SIRIO (Sirius) es la estrella más brillante del cielo, tiene una magnitud visual de -1.5, su nombre técnico es Alfa Canis Majoris o estrella alfa de la constelación del Can Mayor (el perro mayor); está ubicado en el hemisferio celestial del sur, cerca de la eclíptica, en la zona ecuatorial del cielo y su distancia desde la Tierra es de unos 9 años luz lo que lo ubica como una de las estrellas más cercanas.
En nuestra región sur andina, especialmente en el Qosqo, pasa casi exactamente por el cenit, al caer la noche , en los días cercanos al Equinoccio de Otoño (21 de marzo) constituyéndose en una atracción celestial única.
La historia de esta singular estrella se remonta a las culturas más antiguas del mundo. Los babilonios la conocían y la usaban como un marcador para su calendario; los egipcios la estudiaron y respetaron tanto al extremo de deificar sus apariciones relacionándolo con las crecidas del río Nilo y con ellas la esperanza renovada de una agricultura fructífera que colmara sus expectativas. La Gran Pirámide de Keops o Kufu tiene un conducto que atravesando la roca comunicaba, en su época, la Cámara Real o Tumba del Faraón con la estrella Sirius.
En época de los Inkas también Sirio jugaba un rol importante dentro de su cosmología y aunque los cronistas (europeos y locales) no escribieron nada preciso al respecto, sabemos por fuentes etnográficas que en algunos pueblos quedó grabado el mito de la “Estrella Sagrada” o Willkawara (de Willka = Sagrado y Wara = Estrella), del Diccionario de Bertonio.
Al parecer, esta palabra de origen aymara, igual que muchas otras, pasaron a ser parte del vocabulario qheswa (quechua); Así; “willka”, que en el aymara antiguo significaba “dios Sol” transformó su significado en “sagrado” y “wara wara” que significa “estrella” fue desapareciendo para convertirse en “qoyllur”. Los significados fueron cambiando con el tiempo e integrados al idioma de los Inkas bajo nuevas formas de dicción y significación.
Agricultores de diferentes comunidades campesinas conocen en forma de relatos míticos muchas costumbres ancestrales que en la actualidad han perdido su vigencia debido a la poderosa influencia del pensamiento racional del mundo moderno y el “cientificismo occidental”.
De ésos relatos hay uno que se refiere a la estrella Sirio y cuyo resúmen es el siguiente:
Se dice que Willkawara es una estrella que aparece al anochecer con las lluvias de diciembre y acompaña protegiendo las siembras del agricultor andino durante todo el período de maduración de las papas hasta su cosecha y almacenamiento. Para cuando esta estrella desaparece del cielo nocturno la papa ya debe estar entrojada, es decir, almacenada en los depósitos (qollqas) de un modo muy particular y técnico porque de otro modo la papa se pudre.
Pero el volumen mayor de la cosecha no se almacena ( o comercializa como en la actualidad) sino que se somete a un proceso de deshidratación en forma de ch’uñu o moraya para que dure mucho tiempo. Todo esto bajo la luz auspiciosa de Willkawara , que luego de cumplir su misión protectora se pierde en el horizonte occidental para reaparecer nuevamente en las madrugadas, un mes y medio después, trayendo el frío invernal que ayudará a conservar los alimentos almacenados.
Asi, Willkawara = Sirio cumplía con su rol de ayudar al hombre andino.
Un dato curioso y comprobable es la presencia actual de Willkawara en el cielo cusqueño: Antes de llegar al cenit, hacia fines de febrero, es señal para escarbar y cosechar las primeras papas que pertenecen a la siembra temprana o “maway” y luego que Willkawara pasa a ubicarse en el cielo del oeste, después de haber pasado el cenit, en el mes de marzo (unas semanas después de equinoccio), se espera la cosecha grande.
Una historia ( tal vez leyenda) muy interesante se pudo recopilar en Quispicanchis y según la cual se dice que el Inka Wiraqocha le obsequió a su hijo predilecto Urco (Urk’u) la estrella más brillante del cielo que pasó a llamarse igual que el heredero.
En ésa época aconteció la invasión de los Chancas y el Inka temeroso de ser capturado abandonó la ciudad huyendo hacia el oriente en compañía de su hijo Urco. La responsabilidad de defender al Qosqo la asumió su hijo menor Kusi Yupanqui quien con mucho esfuerzo derrotó e hizo huir al enemigo para luego constituirse en el nuevo Inka con el nombre de Pachakuteq.
Su padre no quiso reconocerlo como tal e insistía en imponer por la fuerza a su hijo Urco como Inka, pero Pachakuteq los derrotó y los sacó de la escena política. Hay quienes dicen también, en esa región, que el nombre del pueblo de Urcos proviene de ese acontecimiento.
En otras regiones del país, específicamente en el centro, Sirio tiene otros nombres. Según el estudioso A. Alberdi (“Tiksimuyu: El Universo”) esta estrella era conocida como Paya (vieja) o Paya Chaska confundiéndola con Venus y en otros lugares como Ch’isin Paya o la vieja de la noche. Alberdi explica ampliamente cada una de estas interesantes versiones.
Finalmente, comentaré algo que me parece necesario e importante: Escuché en un forum sobre la cosmogonía andina la intervención de un asistente que aseguraba que los inkas conocían a la estrella Sirio como una estrella doble y que su estrella compañera era visible a ojo desnudo (simple vista) tal como había sido observada en la antigüedad.
Creo que es un deber aclarar que, efectivamente, Sirio tiene una estrella compañera que se llama Sirius B; es una estrella de las llamadas “enanas blancas” pero su magnitud visual apenas alcanza a la magnitud +8.5 lo que hace imposible su visión a simple vista y más aún, está tan cerca de Sirio, pues su separación angular llega como máximo a unos 11 segundos de arco, que solo es posible verlo usando grandes telescopios que tengan una buena calidad óptica. Esta estrella compañera fue descubierta recién en 1862 gracias a los avances de la óptica moderna, las matemáticas y el esfuerzo del francés Le Verrier.
En la sierra peruana, por su altura, sus cielos diáfanos y en lugares oscuros, un ojo entrenado puede distinguir estrellas hasta la magnitud 6 y excepcionalmente hasta la magnitud 6.5 ; Entonces, reitero, es imposible ver a la estrella compañera de Willkawara.
lunes, 30 de marzo de 2009
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1 comentario:
Erwin,
Con respecto a la visibilidad de la segunda estrella de sirio creo que los egipcios eran capaces de verla cada 50 años. Había escuchado también que "tribus", mejor dicho, pueblos africanos eran capaces de ver a ambas cada vez que se cumplían esos 50 años.
Un abrazo
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