Hace unas semanas Joaquim Cunha da Silva estuvo de visita en Cusco. Este buen amigo brasilero es bioquímico de profesión y un experto en georrefenciamiento, una especialidad a la que se dedican quienes buscan lugares en donde se puedan encontrar geoglifos que representen el pensamiento mágico-religioso-cosmológico de pueblos muy antiguos. Los geoglifos son figuras construidas en las laderas de los cerros o en las planicies usando diversos materiales para realzar un diseño. En muchas partes del mundo se han encontrado estos trabajos dejados por culturas ancestrales.
Fue una experiencia muy grata conversar largamente con Joaquim y su esposa Irene, mientras me mostraban fotografías y videos de sus descubrimientos.
Vive en Rolin de Moura, estado de Rondonia, muy cerca de la frontera de Brasil con Bolivia y sus investigaciones se remontan a mas de 30 años en los que pacientemente ha ido reuniendo evidencias del desarrollo de un pueblo indígena que mantuvo relaciones comerciales con los Inkas y que dejaron algunas muestras de sus conocimientos y creencias en gigantescos geoglifos. Los diseños mostrarían constelaciones inkaicas así como representaciones de animales deificados.
La revista brasilera "CrediSIS & Negócios", edición de Abril - Junio de 2010 (1) ha publicado un interesante artículo titulado "Arqueología: A descoberta do Eldorado Paititi" y de la que resumo la información más interesante.
Se trata de una inmensa región de la floresta amazónica, en el corazón de Rondonia, más precisamente entre los municipios de Rolin de Moura, Alta Floresta do Oeste y Alto Parecis, en los límites de la reserva indígena de los Massaco. Se dice que allí habitó un pueblo muy antiguo, el reino perdido de los Gram Moxos, que vivieron hace más de 2,000 años A.C. Las huellas dejadas por este pueblo son geoglifos con inmensos diseños que representan a un cóndor, un jaguar y una serpiente. Es necesario sobrevolar en un avión para verlos desde el aire y aún así es dificil identificarlos, por eso demoraron tantos años para ser develados y dados a conocer al mundo. También se dice que han sido descubiertas pirámides y abundante escultura lítica, cerámica, etc.
Cunha da Silva, siguiendo las huellas de su hermano Aimoré, fallecido hace 16 años y considerado un verdadero "Indiana Jones" de la exploración selvática, cree firmemente haber hallado vestigios de Eldorado - Paititi, una ciudad dorada situada a 1,100 Km al Este del Cusco. Su búsqueda la inició cuando hace muchos años adquirió la copia de un mapa que se encuentra actualmente en el Museo de Arqueología de Lima. El mapa está fechado en 1595 y originalmente habría pertenecido a un convento del Cusco. En su trazo se muestra claramente los ríos de la zona de Rondonia y de Bolivia; en el centro la región de los ríos Mequem, Guaporé y la Isla Grande de Porto Rolim. Joaquim dice además tener muestras de esmeraldas (mineral que no existe en Rondonia), la estatuilla en piedra de un jaguar y muchos objetos más con claro parecido al arte de los Inkas.
Agrega que en esa área vivían los Gram Moxos, próximos geográficamente a los Inkas y con quienes realizaban comercio; fueron contemporáneos de los Mayas y Nascas, representando la tercera gran civilización de América. Eran grandes astrónomos, contruyeron pirámides de tierra e islas artificiales tales como el Observatorio Astronómico de la Pirámide del Cóndor y la Isla del Cóndor, que es parte del río Guaporé; además de geoglifos representando a sus divinidades y constelaciones del cielo.
Uno de esos diseños, con 16 Km de largo y 4 Km de ancho, cubierto por la vegetación reproduce fielmente a la Vía Láctea, acota Cunha da Silva. Entre estos geoglifos se puede distinguir una llama, una cría de llama, un pastor, un picaflor y otras figuras extrañas que aún faltan identificar.
En el mes de Abril una comitiva con representantes del IPHAN ( Instituto do Patrimonio Histórico e Artístico Nacional), del Ministerio Público y otros, sobrevolaron la zona en un helicóptero de la Fuerza Aerea del Brasil con la finalidad de verificar y fotografiar los geoglifos. El material obtenido es abundante y está siendo analizado y procesado para su posterior publicación. Esperamos que en un breve plazo podamos ver detalladamente las constelaciones y otros y otros símbolos representados en los geoglifos.
Las fotografías y videos observados no muestran, sin embargo, los detalles que yo esperaba. La mayor parte de los geoglifos están bastante erosionados y los contornos de los dibujos muestran siluetas confusas y difíciles de identificar. Tal vez haya necesidad de hacer expediciones por tierra para verificar de mejor manera cada uno de estos enigmáticos diseños plasmados en un suelo tan lleno de feraz vegetación, propio de la región amazónica, para validar este descubrimiento.
Desgraciadamente también hay otro peligro que acecha este lugar; es la quema anual de pastizales que hacen los agricultores así como la presencia de tractores y maquinaria agrícola que pone en riesgo la permanencia de estos geoglifos. Cunha da Silva está gestionando la protección del lugar declarándolo Patrimonio Histórico de la Humanidad ya que ese lugar representa un monumento arqueológico y astronómico de gran importancia para el mundo.
(1) "CrediSIS & Negócios" Ano 5; Nro.19; Abril, Maio e Junho de 2010. Pags. 24-27 Cacoal - Rondonia - Brasil.
Para mayor información y fotos actualizadas invito a ver el Blog de Joaquim Cunha da Silva.
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